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Sinfónica
(Nocturno de Chopin)
El transe te inmuta en lugares desconocidos
saberse muerto en medio de cuartos
mi silencio te escucha en medio de conciertos
manos que se deslizan; mago.
Comienzo del preludio
agudo sonido que anuncia
transparentes desnudos.
Contorno de cuerpos
cadáver exquisito sin consumir
fragmentos puros
sofoco en aires confusos.
Cuadros que no cesaban de caminar
pies en la tierra
cuerpos sin dedos
tocan sinfonías.
Últimas notas
ojos inmutables en la tierra
juegos de labios inmortales.
Tierra compacta
Vacíos eternos
compactan nuestra tierra quebradiza
tiende de un hilo.
No cambies miradas,
ni de zapatos,
ni de hojas
no te salves de espíritus atormentados.
Tierra que seca
mi imágen se desvanece cada día
no te salves, diluye en la tierra húmeda.
Montañas Blancas
Las montañas condenadas a ser o no ser
en la existencia efímera de Liliput
el gigante persiste en el sacrificio
en la desnudada sombra de su no ser.
Las montañas condenadas a soportar
la existencia del exilio humano
lloran sangre sus tierras
Montañas condenadas a ser altar, luz
cobijo a cuerpos y sacrificios
arañando la tierra
encontrando el centro
Montañitas blancas
erosionadas
arrojadas a la vida
sigue mostrando el camino a casa.
en el presagio del olvido.
Omariyana
Hija de cuatro goteros
imagen primigenia
guerrera y asfalto
fuiste dada, arrebatada
abandonada para sí.
Nos encontramos nuevamente
crezco en la ceiba
y tú música me sigue al compás
arrullo constante que cobija
Omariyana Tete o tapatete.
Volvemos al río
contemplando lo que queda
apilando los días
en el origen del mundo
en la cima, entre libros.
Lesly Vanessa es Politóloga ambientalista, ex editora en jefe de la Revista Cultural Internacional Noche Laberinto, gestora cultural y poeta. Apasionada de las letras y la sanación que ofrecen. Lectora de libros, escritora en reinvención. Promotora de la lectura, la palabra y la participación ciudadana. Fiel creyente en la democracia ambiental.